Parado
Estiro el cuello y veo luz
Son tus
manos las que me hacen caminar
Esa voz
quebrada que destila paz entre algodones
Esa voz
sangrante que despelleja mi espíritu y lo agranda
De pie
Con el alma expandiendo
Hablaste
de mí y de todos llamándonos amor
Transformaste
el sosiego penoso de quienes no conocieron el alba
Y
describiste sus entusiasmos como flores en la mañana del cielo
Te
gustaba caminar sobre ríos, paraísos, montañas y árboles
Alabaste
los ojos con el dolor de alguien que ya no está y sonreíste por mí cuando te lo
pedí
Será tu
espíritu quien se vaya y es mí anhelo volverte a ver
De tu
corazón aprendí que hay luz por donde mires
Y en
las paredes se dibujaron lejanías de tranquilidad, jardines, selvas y soles,
cumpliendo el deseo de los que somos mortales…
Te has
impreso en mí, como la luz...
Marqueli.
08/02/2012
Tan hermoso como triste
ResponderEliminarLos grandes marcas la historia, nuestras vidas, el tiempo pasa pero ellos continúan con el pasar de los tiempos... Tuvimos y tenemos la suerte de contemplar su trabajo, aprender de ellos y abrir la puerta a la imaginación y a la verdad. Como huellas mnemicas quedara en nuestras vidas y en nuestra historia...
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