lunes, 31 de diciembre de 2018

Yo, el nórdico.


En el centro del descampado, me muevo tranquilo. Poseo la agudeza exacta para prevenir mis peligros.
                Ég stend hér með eigin nafni.

Cada paso es firme como el puño que envuelve al hacha.
                Med sprekker, et hjerte som fortsetter å slå i årtusener.

Y el sol cayendo hace que mi cansancio se transforme en luz.
                Mina slutna ögon lyser upp mina vener.

Recorro las montañas del frío
                Sitter her, og nu. I denne sølvjord

Como mis almas antiguas supieron hacerlo; el recuerdo de mis días allí.
                Aina.
Soy un lobo en la nieve, y un águila dibujando en el viento. Inhalo el aire fresco y se emancipa la firmeza de la tierra que me sostiene.
                Og hringrás fyllir mig með lífinu… 


Herido, agotado, pasivo… mis días auguran la experiencia de un hombre que ha vivido.
En aquellos tiempos reí, luché, lloré.

Y hoy, tras abrir mis libros de memorias y vidas, siento cierta calma vertiginosa, cierta angustia moribunda, cierta vida enflorecida con espinas sin filo.
Enrarecida la vista, contemplante armonía, neutralidad inquieta y una retrospectiva adquirida… que me devuelve mi presente.
Aquí parado, caminando aquellas montañas… tierras desconocidas, pero no tanto luego de despertar.
                Åpne øyne belyser stiene mine. Før, nå... alltid. 


Þakka þér fyrir 
Takk 
Tack 
Tak 
Kiitos 
Gracias.
M.C.


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