lunes, 10 de septiembre de 2012

La tinta del Diablo...

10 de septiembre, Tinta VI

- Retazos de las últimas hojas...-


No llores, es solo el tiempo que viene a buscar lo que no has hecho...
Si quieres puedes verlo, si quieres puedes negarlo...
Es la cosa más simple que existe, una ilusión que se despeja...
Es como las palabras en sonido... una cosa es leerlas, otra es oírlas...
Mientras aguardas que se vaya, notarás que tus pies caminan, descienden...
Y si miras... más allá... no encontrarás más que a ti mismo, esperandote...
Tal vez sea la historia de una espera, tal vez sea la historia del que avanza... 
Tal vez seas tu, dentro de tu añoranza... Corromperte no solucionaron las cosas, la ansiedad que te mueve es la desgracia de actos inconclusos que le quitaste a quienes estaban completos... por eso te busca el tiempo. Da vuelta estas palabras, y verás que siguen hablando de ti. Envejeciéndote estarán...



Traducción a pedido del autor: Horacio Verwhisky

viernes, 13 de julio de 2012

Mi amigo Coppery Boy...


Me levanté con un poco de fresquete… pero es un poco nada más.
Algunos amargos van a eliminar el frío del agua tras lavarme la cara y la ventana pintándose de amarilla por el beso del sol, también.
Me gustan mis mañanas. Empezar el día en mi casa, mientras voy construyendo los primeros pensamientos, es ir ganándome el respeto del amanecer.
Las horas entran despacio a mi cama y me anuncian con la naturaleza que me tengo que levantar y acompañarlas hasta que la tarde tome su lugar.
Supe alguna vez responder por quien me hablaba en el alba, como también supe alguna vez silenciar por quien decidió callar.
Armo la paciencia diaria a medida que se me ocurre ver la hora… debería guardar ese reloj.
Espero cada palabra por decir y me certifico con sonrisas, miradas cómplices y el pucho como punto final. Hay cenizas sobre la mesa y manchas en mi libro predilecto… Caminar el día temprano es como acariciar las teclas de un piano… musicaliza mi respiración.
En la media tarde, cuando hay calma afuera, me mimetizo en ella, y si es por quilombo urbano, me abrumo en sigilo literario, notas de audición obligatoria, y la comodidad del almohadón hogareño… faltaría alguna mascota para acariciar.
La transición de mi día es como un preludio parsimonioso: Conozco los ruidos del hogar y ellos responden a mis pasos en silencio con la quietud de quien mira consumirse una vela. Augurio matutino… y eso que duermo poco. Pero duermo bien.
No me gusta pensar en la noche cuando me levanto porque falta mucho para su manto… la ventana me avisa de su llegada a medida que se va despintando.
Cuando las sombras comienzan a estirarse por la huída del sol, es el momento de acercarme y observar a través del vidrio como el mundo cambia y la calidez de mi día sigue intacta dentro de este refugio.
Absoluta armonía que sólo es compatible afuera si la lluvia pide permiso.
Ya con la noche, si vuelvo o no, me despreocupa… me gustan mis mañanas…




                                            
                                                                                                        Horacio Verwhisky
                                                                                                          Foto: Adri Gonzalez

lunes, 2 de julio de 2012

Me sigue la canción de un muerto...


...que me hace preguntar si alguna vez, cuando ya no esté, la voz me acompañará.
Me siento donde sea y me sigue la canción de un muerto. Triste como la sensación de una ausencia, profunda como la lágrima de un niño solo.
Mi mamá me mira siempre, y en la espalda siento la palmada de mi viejo. Camino y me sigue la canción de un muerto.
Entre mis hermanos paso y todos me acompañan cuando yo también los acompaño. Porque me dieron sonrisas, piernas y brazos, y me preguntan cómo estoy.
Y llego al árbol donde me obligo a trepar, una vez más, y puedo ver la altura en la que te elijo. Me gusta como miras, me gusta tu sonrisa. Pero me sigue la canción de un muerto. ¿Quién será ese muerto? ¿Por qué lo sienten tanto? El día que se me muera un amigo le voy a cantar, y le voy a regalar mi voz para que se la lleve… ¿y si soy yo quien se vaya primero?... cántenme…

                                                                                                         Horacio Verwhisky.



lunes, 28 de mayo de 2012

Pálido y desnudo.


Trató de no enamorarse pero sí lo hizo, estuvo con ella hasta verla morir en brazos.
Caminó una y mil veces repitiendo ese recorrido otras tantas, murmuró su nombre y lo maldijo.
Una centuria de muerte, una centuria.
Maldijo aquel día también. Visitó balcones. Lo maldijo de nuevo, el frío lo penetro y pudo saborear el dolor. A medida que envejecía su corazón endurecía. Sus afectos dejaron de conocerlo. Viajó por diferentes continentes buscando placeres mundanos y de ellos se sintió un poco más hombre, pero no lo era. Había dejado de serlo hacia mucho tiempo.
Percibió nuevos sabores, desarrolló otro olfato, eligió la luna y acechó en las sombras. Su piel se convirtió en una pálida porcelana y sus pupilas se dilataron tanto que ya no podían verse.
El tiempo le dio sabiduría y cultura, el tiempo era su aliado. El dolor lo llevo por diferentes caminos, ya no recordaba cual había sido su último ocaso y mucho menos su naciente.
Ese día le dolía más que cualquier otro, un centenario de soledad. Propio encierro de sus demonios.
 Permaneció despierto de noche y solo. Vagó por puertos y atmósferas errantes.
Visitó oscuros umbrales, la compañía lo aturdía.
Aquel día se sintió olvidado, lo recordaba con ira y su corazón roto lo obligó a brindar 100 años de soledad. Miró a su alrededor y bebió un malbec añejo. Fue su sentencia.
Disparó maleficios y promulgó rabia, se enojó con su entorno. Su condena lo alimentaba de venganza, pero por más que quisiera salir a la luz del día no podría. Eso lo mataría. De hecho su única salvación seria verla.
Acostumbró sus ojos a la noche, saboreó temores ajenos y también sedujo con el fin de aliviar su dolencia.
Estaba incompleto, pese a haber recorrido el globo y haberlo visto todo. Nada sería igual.
“¿De qué se trata todo esto!? ¿Cuáles son mis pecados?” se preguntó. “Este mundo obtuso no está preparado para mi, cuando debería ser al revés, este mundo obtuso no es como lo era”.
Después de verse a sí mismo y caminar durante toda la noche decidió subir al campanario de la ciudad y esperar. Al cerrar los ojos, sentía con el correr de las horas la fría brisa de mar en su piel, convertirse en cálida. Sostuvo la respiración, tuvo miedo y lloró como un niño.
La luz penetró en sus huesos como miles de cuchillos. Todo ese dolor se silenció de golpe. Ahora estaba completo.



3 Libras.

sábado, 17 de marzo de 2012

La finura de sus tobillos



Inmerso en una ilusión pintoresca, se aproximó lentamente. Como un tanguero entrado en copas, fue zigzagueando al encuentro con aires de galán.
No manejaba dinero para ofrendas rojas, pero hoy la iba a sorprender.
Fabricó una sonrisa encantadora y comenzó a reproducir con su boca los vientos de Four O'clock Drag.

Ella, rutinaria, lo observó con ternura y empezó a agitar esos frasquitos graciosos llenos de puntitos de colores.
Francisco se sentía especialmente atraído por la finura de sus tobillos, y ante su doble presencia matinal no pudo más que llevarse la mano al corazón y susurrar: – Vayamos de la mano princesa, liberemos los leones del zoológico y que se vaya todo al carajo.
Al oírlo, ella sonrió un tanto lejana y devolvió el cumplido con un aliciente de nicotina – No tenés fuego, fumalo así nomás.
Él se mandó el pucho a la boca, no sin antes olfatearlo con desconfianza y se fue alejando de la compostura –Te me cagas de risa- llorisqueó – Vos, querida, pensas que soy un gil, pero yo sé todo. Entiendo que dormís de noche y no cocinas planes para acabar con alguna de tus vidas como acá hacemos todos. 

Elena se ofuscó – Hablas sin saber. Toma la azul que esta bonita, ahí tenés el vaso zonzo.

Pebeta –dijo sobrador – a otro perro con ese hueso. Es una cuestión de grados, hoy los dos vinimos de blanco y ese, te guste o no, es un primer paso.

Acomodándose el pelo con un movimiento sensual ella asintió con la cabeza acortando distancias y salvaguardando el orgullo – Francisco, usted me subestima, no voy a seguir todos los días de mi vida así. Te escucho con atención, a todos los de por acá los escucho, y a veces me dan ganas de fumar sin humo porque es mucho más sano.

Entonces escucha – secreteo él, en tono de complicidad – Voy a presentar un proyecto para que el Patio Olmos sea un museo Maradoniano. Ya es hora de que esos radicales embadurnados de mierda aristocrática dejen de cruzar la calle en diagonal.

Elena suspiró y se dispuso a partir –Te confieso que hay veces que se afiebra la sien y quiero vomitar clavos cuando siento el olor añejo de la sociedad en la piel. Pero no puedo apurarlo.

-No te animas princesa

-No seas engreído, solo te pido que tengas paciencia – Elena se levantó acercándose a la salida - ¿Vas a estar mañana?

- Es probable que pase, tengo algunos asuntos por aquí

Ante semejante respuesta, el cuerpo de ella se volvió esponjoso e inestable. Elena volvió unos pasitos desde el umbral de la puerta:

Francisco te voy a pedir algo. Cuando vayamos a liberar los leones también quiero pasar por la jaula de los tigres, siempre me gustaron sus rayas en libertad.

Con los ojos húmedos, Francisco aceptó el pedido y de un impulso empezó a organizar la odisea en unos papelitos de caramelo. Mientras tanto, ella se alejaba por el largo pasillo dispuesta a seguir repartiendo esos puntitos de colores en aquel lugar habitado solo por hombres de blanco.



                                                                                                          E.A

lunes, 12 de marzo de 2012

Verwhisky on the bricks

Recuéstate aquí y la lágrima te acariciará…
y es ahí donde sabes que hiciste bien las cosas.

Los pelos del cuerpo como miles de alambres de púa, y me veo incrédulo ante una pared que me habla. Una maratón de años me pasa por encima y como una habitación de espejos puedo sentirme en cada sitio donde te escuché, donde te vi, donde te canté… y todo eso, en los primeros dos acordes.

Recuéstate aquí y la lágrima te envolverá…
y es ahí donde sabes que no te equivocaste.

Y fue de noche, otra vez, donde su imponencia invadió el lugar, asomó y desesperó la (in)tranquilidad previamente dormida en mí.
Salté sobre las sombras de 40 mil otros incrédulos y empujando con autoridad los distantes callejones que separan la elegancia de la decencia, decidí tirarlas a la mierda. Total, dijeron por ahí que se me venía un muro encima, o una lágrima, no entendí bien.
Harto de lamer el dolor, esa pared en la oscuridad lunar volviéndose luz, muerte, pena, odio, vida y canción, admiró el ruego de los presentes y desencadenó los límites que me sostuvieron. Muro y lágrima, ahora sí me queda claro.

Recuéstate aquí…

…en persona, sensible, sumiso, vengativo, tierno, partidario, mujeriego, imperante, solitario, suplicante, arrogante, fucked up and miserable, melancólico, nostálgico, justiciero, insensible, megalómano, peligroso, cagón, culpable y compasivo…

Me agarraron in fraganti mostrando sentimientos de naturaleza casi humana. El miedo construye paredes, y el muro cayó…


                                                                                   Horacio Verwhisky

martes, 28 de febrero de 2012

La tinta del Diablo...

28 de febrero, Tinta V


Hoy me desperté al revés

Dormí parado entre sábanas que raspan
Afilando el tridente me acosté la noche anterior sobre la parsimonia de algún pensamiento
Y acudí histriónico a un encuentro indefinido

Yo,
Demonio harto de digerir llanto:
¿Quién sabe si extraño la pared de mis ojos?

En dolencias primitivas se despedazan destellos microlucientes
Cómo espermas de fuego
Queman y se apagan
Mueren en su intento y me dejan su marca

Soy el diablo, y me quema el fuego…


                                                              Traducción a pedido del autor: Horacio Verwhisky

jueves, 16 de febrero de 2012

Verwhisky supo bailar...


Donde no hay flores era mi lugar
Recitar un poema con la regadera vacía
Y sentarme en la orilla de cenizas congeladas
Bisagra del destino que armé

Estática forma de crearme camino
el paso oculto de hojas secas estimuló el motor de mi corazón
entre melodías de tinte azul y legados de antaño
hurté en la ventana el paisaje verde para darlo vuelta…

pero…

Moondance
el festín de tus pies pálidos tocando el brillo de luna
Sundance
tus manos deshilachadas bajo el sol del mundo
Rain dance
tu sonrisa rompiendo el agua
Wind dance
tu voz en la dirección del viento
Earth dance
            tu cuerpo rodeado del suelo 


              
                                                                                                        Horacio Verwhisky

miércoles, 8 de febrero de 2012

Al Flaco...


Parado
    Estiro el cuello y veo luz
Son tus manos las que me hacen caminar
Esa voz quebrada que destila paz entre algodones
Esa voz sangrante que despelleja mi espíritu y lo agranda
De pie
   Con el alma expandiendo
Hablaste de mí y de todos llamándonos amor
Transformaste el sosiego penoso de quienes no conocieron el alba
Y describiste sus entusiasmos como flores en la mañana del cielo
Te gustaba caminar sobre ríos, paraísos, montañas y árboles
Alabaste los ojos con el dolor de alguien que ya no está y sonreíste por mí cuando te lo pedí
Será tu espíritu quien se vaya y es mí anhelo volverte a ver
De tu corazón aprendí que hay luz por donde mires
Y en las paredes se dibujaron lejanías de tranquilidad, jardines, selvas y soles, cumpliendo el deseo de los que somos mortales…
Te has impreso en mí, como la luz...


                                                                                                                     Marqueli. 
                                                                                                                  08/02/2012

lunes, 9 de enero de 2012

La tinta del Diablo...

9 de enero 2012. Tinta IV.


Distracciones que suavizan mi existencia intranquila 
No manchan la integridad de mi alma sobre tu lejanía

Me mira un cielo mudo
Y en su silencio entiendo que rumbo tomar

Tengo una mano demasiado pequeña para el picaporte
Solo, en la muchedumbre
Muevo los sentimientos hundidos en el mar muerto

Y durante el día suelo ver la luna
En la noche pocas veces la encuentro
Solo, en la muchedumbre
Muevo tu ser helado bajo el sol del desierto


                                                              Traducción a pedido del autor: Horacio Verwhisky.

domingo, 1 de enero de 2012

Se desarma...

Tiempo destiempo
Súbito al revés
Nada de lo que me digas
     me hará creer que dependo de ti
No sos más que arena en un frasco
Te controlo al darte vuelta
Con la fuerza de mis pulmones
     te hago desaparecer
Si en agujas te materializas
     vives de la energía que te dé
Abusas de tu existencia
     al querer convertirte en inevitable,
en subjetivo,
en muerte
Si por el sol te realizas
     tan solo una nube puede humillarte
Abusas de tu mito
     al querer penetrar en la corteza del pensamiento
Incrustas tus raíces en la esencia indigna
El capital te da vida
     pero rengueas cuando quedo en silencio
para mirar los ojos de alguien especial…



                                                                                                  Horacio Verwhisky

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